5 dic 2015

Crónicas universitarias: Terminé el primer año

El miércoles veinticinco de noviembre, cuando fui a retirar mi última nota del cuatrimestre, salí feliz del aula porque había promocionado las tres materias que estaba cursando. Me senté en el pasillo y miré mi libreta... estaba feliz. Me sentí orgullosa de mí misma; ese triunfo lo había logrado yo sola y sin ayuda de nadie.
Ahí, en esa hoja doblada estaba plasmado todo mi esfuerzo y ganas de estudiar... lo había logrado después de todo.
En ese momento, mientras sonreía como tonta, un par de chicas se sentaron a mi lado y ambas tenían en la mano el cuadernillo de inscripción del CBC, el mismo que yo sostenía de la misma forma hace un año atrás. Me vi reflejada en ellas, no lo pude evitar.



Me acuerdo que en noviembre del año pasado, mi hermana mayor me había acompañado hasta la sede para inscribirme y cuando hice mi registro como estudiante de Comunicación Social en la UBA, no solo sentí felicidad, ansiedad y emoción; también sentí miedo. Ese típico miedo por desconocimiento, de "tengo miedo porque no sé cómo va a ser", "no sé si estoy eligiendo la universidad correcta y la carrera correcta"... La verdad es que los miedos se resuelven únicamente enfrentándolos y hoy ya no le temo a esas incertidumbres porque ya las enfrenté: esta universidad es para mí y la carrera, por ahora, es mi camino correcto.

Durante el año, conocí a muchas personas que no les pasó lo mismo. De hecho, algunos dejaron, otros se decepcionaron e incluso muchos cambiaron de carrera. Son cosas que pasan; pero me duele la gente que abandona este camino. También descubrí que la universidad es un mundo increíble, que todo el tiempo me sorprende y me hace crecer; y con respecto a esto, es triste saber que alguien prefiere trabajar en vez de estudiar algo que le gusta. Es eso que dije en un post anterior: hay gente a la que le hace falta conocerse para saber qué es lo que le gusta y qué es lo que realmente quiere. Se olvidan que la universidad es lo primero que deberían probar y que nos abre la cabeza, nos hace intelectuales. Y como dijo una vez mi profesor de Pensamiento Científico: "el conocimiento es poder" (en realidad lo dice todo el mundo pero citarlo a él es más interesante). La universidad es un mundo del que nadie debería privarse y hay quienes no les interesa o no logran engancharse y luego abandonan. No lo hagan jamás, se van a arrepentir. Pueden ir y probar con otra carrera o universidad pero no abandonen lo mejor que podemos tener en la vida. Y sí, también admito que hay gente que se declara inútil para el estudio, o como dijo una vez mi profesora de Semiología*: "la universidad no es para todos". Esto ocurre por ciertos temas sociológicos y culturales de los que no quiero explayarme exactamente hoy.



Por si no lo sabían, el primer cuatrimestre, para mí, fue una patada en el culo, una cachetada y un golpe contra la pared. Fue duro empezar y acostumbrarme a la movida. Para colmo, durante esos meses me tocó conocer a una profesora horrible* cuyas actitudes me hicieron sentir mal, incluso hasta dudar de mi capacidad de "comunicadora". Con ella entendí que no siempre estudiando te va a ir bien. Hay veces que te estudias la vida y viene alguien y te rebota —o porque no está de humor, o porque no le caes, o porque no te perdona que hayas hecho cinco puntos bien y uno mal—. Para los que no estaban enterados, la única materia que no di bien este año fue semiología; justo a mí, que me encanta el lenguaje, la escritura, los discursos y las imágenes.
Algo que no se va a borrar jamás de mi memoria fue cuando fui al recuperatorio con dos horas de sueño, ella corrigió mi parcial y me dijo: "Fuente, no, no... no te puedo aprobar. Una lástima eh, ¡nos vemos!" No entendí por qué tanto esfuerzo para nada. Tenía bronca. Pero sí, son cosas que pasan y que estoy segura que se me pueden volver a repetir en otra materia.

Pero mi comienzo fue duro, me sentí filtrada —he aquí la fama que posee el ciclo básico común de la Universidad de Buenos Aires—. Me sentí una tonta, una inútil, ¿Cómo podía ser que una materia elemental de la comunicación, a la que le puse tantas ganas, no haya funcionado conmigo? Después entendí que haberla reprobado no es la muerte y que tal vez necesita otro tiempo conmigo: otra oportunidad. Y bue, vamos a darle otra oportunidad a mi ex Semio (en verano seguro la doy). Creo que no fue el momento adecuado para darla y no culpo a la profesora —bueno, un poco sí porque era una forra y las prácticas no las explicaba bien— ni tampoco a la materia —me encanta—, solo creo que no fue el momento para darla.



Este primer año en la universidad fue hermosamente terrible: pasé horas estudiando, lloré, me indigné, dudé de mi, me sentí insegura, sentí cansancio, bronca, miedo y angustia. Pero también disfruté, reí, aprendí, triunfé y crecí.
La Aylu que todos ustedes leen ahora no es la misma Aylu que la del post "mi primer día en la universidad". Porque puedo decir que esa Aylu no tenía mucha idea de lo que era el mundo universitario, tampoco estudiar durante horas y mucho menos de lo que es el mundo en el que vivimos y la realidad que nos afecta a todos. Esa Aylu inocente y feliz por haber comenzado, es más ignorante que esta Aylu de ahora, la de este post (claro que sigo siendo ignorante y siempre lo voy a ser, pero lo soy mucho menos que antes).
A mi yo del pasado, tengo que agradecerle por haber hecho todo lo que hizo; por haberse inscripto, por haberse animado, por haber estudiado, por haber metido la pata mil veces... pero también por haber hecho bien todo eso, que me hizo crecer. La Aylu de antes no sabía estudiar, tampoco tomar apuntes o resumir. Esa Aylu no sabía casi nada y hoy sé más que ayer.

Este año lo terminé con cinco de seis materias promocionadas y estoy completamente orgullosa de mí. Sentí y conocí cosas que jamás imaginé y pensé. Sentí eso que se llama "sed de conocimiento", ganas de aprender, ganas de estudiar dos carreras a la vez... conocí personas geniales —otras no tanto, tuve una mala experiencia con un compañero; si alguien quiere saber sobre el tema podemos charlar en privado y nos reímos un rato, pero no creo contarlo por acá porque presiento que nos está observando a todos (?)—, me adentré un poquito en el mundo de la política y me encontré a mí misma: quién era, quién soy y quién quiero ser... qué es lo que quiero, qué es lo que hago y qué es lo que voy a hacer.
Hoy, gracias a la universidad, consigo, poco a poco, todas esas herramientas que necesito para lograr todo eso que siempre quise: escribir, viajar, estudiar a la sociedad, adentrarme en diversas culturas y cambiar el mundo.


Esta es la sede del cbc a la cual asistí este año, ¡aguante Avellaneda!


Sábado a la mañana, con lluvia y frío esperando entrar a cursar psicología.

Mi mensaje, para todos aquellos que comienzan sus estudios universitarios el año que viene o los que le siguen, es que disfruten, se animen, pierdan los miedos, estudien todos los días para ser mejores y crecer, aprendan, ábranse hacia todo lo que venga, esfuércense por lo que quieren... lo van a lograr.
También me gustaría advertirles, que entrar al mundo universitario requiere de un esfuerzo independiente, de sacrificios y de ciertas responsabilidades nuevas que hay que asumir; hay que aprender a organizarse, a medir los tiempos, a estudiar mejor y no bajar los brazos. No hay que desanimarse jamás, no hay que dejar todo a mitad de camino. Si lo que estudiamos es lo que queremos y nos gusta, hay que seguir. Si la carrera no funciona con nosotros, de seguro hay otra que nos está esperando. Somos jóvenes y aún hay tiempo para conocernos y saber qué queremos y quiénes somos. Aprovechemos y utilicemos el arma más poderosa que es el conocimiento y el pensamiento. Piensen que no solo estamos estudiando para ser profesionales y tener un buen trabajo, sino porque la comunidad necesita de personas como nosotros. Imagínense, ¿qué sería de una sociedad sin médicos, sin profesores, sin ingenieros, sin apasionados..?
La universidad nos hace grandes.

Me apasiona escribir para esta sección y pretendo seguir haciéndolo en los próximos cuatro o cinco años que me quedan (veremos qué sale). Por el momento, siento que es lo mejor de El mundo de Aylu y que fue la mejor idea que tuve hasta ahora, esto de impulsar un proyecto distinto en Blogger, para que todos puedan acompañarme en la vida universitaria y aprender conmigo este camino nuevo, hermoso y difícil que estoy viviendo. El próximo post seguramente responderá a las preguntas que me hicieron anteriormente y los que le siguen, van a tocar temas que les recomiendo no perderse.


¡Atención!
Estoy impulsando una iniciativa junto con mi amiconocida Pupii Bundo del blog Tiritas de Alambre, en el que proponemos, a todos los blogueros que quieran, animarse a escribir una entrada distinta, con alguna reflexión filosófica. En este link pueden entrar a leer más información.

¡El mundo de Aylu fue reseñado!
Estoy más que contenta por este reconocimiento que tuvo el blog, con una hermosa y detallada reseña escrita por Julián de Opiniones Marginales. Están todos invitados a pasar a leerla y de paso seguirlo, que es un genio de las palabras.

13 comentarios:

  1. Qué bonito Aylén :') Te comento rápido porque yo aún stoy sufriéndole con los trabajos finales, aunque ya solo me falta uno. Me identifico con todo lo que has puesto, sobre todo con ese comienzo lleno de miedo e inseguridad y de sentirse la persona más ignorante del planeta (bueno no, pero si). Y nada que ver pero el lugar en el que estudias se ve muy lindo xD. Me alegra saber que las crónicas universitarias seguirán porque como ya te lo he dicho (creo), disfruto mucho leyéndolas.
    ¡Un beso!

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Mucha suerte Karla<3, ojalá te vaya bien con esos trabajos! Vamos que se puede! Gracias por tu hermoso comentario :)

      Borrar
  2. ¡Qué maravilloso texto! A medida que lo leía rebobiné todos esos mesos que disfruté/sufrí en el CBC. Las pequeñas y grandes aventuras que transcurrieron en los pasillos de la Universidad. Aunque a intervalos me acechaban las dudas, le di para adelante y superé -un poquito a trompicones, tal vez- la instancia del CBC. Curiosamente, también me fue 'un poquito mal' en Semiología, pero bueno... Tus palabras removieron muchas memorias en mí. Me encantó leerte. ^_^ ¡Muchísimos saludos! ¡Y adelante!

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. JAJAJA todos disfrutamos y sufrimos el cbc, creo que nadie lo pasa sin haberlo sufrido (?). Gracias Julián :)

      Borrar
  3. ¡Hola!
    A mi me quedan un par de años para la universidad pero tu entrada me ha emocionado un montón. Por un segundo año genial :)
    Un beso!

    ResponderBorrar
  4. Hola Aylu!! Me encantó tu entrada, es muy detallista y creo que captaste a la perfección este mundo extraño y universitario(? como vos dijiste, somos jovenes y si no es la carrera, podemos buscar otras y así, tenemos todo por delante y jamas bajar los brazos.
    Besos!!

    ResponderBorrar
  5. 1- Yo hice comu y la verdad, si queres sentirte mal y despreciada... hace el CBC de diseño (?)
    2-Avellaneda, yo fui a rendir algo ahí pero no me acuerdo que. Muy linda, le faltaba rockanroll ubistico (?)
    3 ¿En la foto del cbc todo tenemos pelo largo?
    4 5/6, igual que yo! Pero yo fracase estrepitosamente en psicología.
    5 A por mas entradas de estas... nada de abandonar cuando estes escribiendo notas para alguna redacción "posta". NO TE OLVIDES DEL PUEEEEEBLOOOOOO

    Saludos

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Se, el cbc de diseño tiene MATEMÁTICA PUAAJJ y encima proyectual que creo que es anual, ahí sí corrés el doble de peligro (?) pobre de vos, Chucho.
      Y jamás me olvidaría del pueblo, por favor, nunca pienses de mí eso (?) JAJAJA! Igual en un futuro ojalá escribiera para alguna redacción posta, sería un sueño (?).

      Borrar
  6. Hola aylu, realmente disfruto de leerte. De todas las cosas que se pueden encontrar en tu blog esta es una de las que más disfruto y ayer decidí que también me sumo a esto que es compartir lo hermoso y lo desastroso que es ser universitaria, porque de alguna manera das apoyo a aquellos que por un profesor o un parcial piensan que no sirven para el estudio, para personas que piensan que es mejor trabajar que estudiar, conseguir un trabajo de lo que amas y sin miedo a quedarte nunca sin sustento (las personas no entienden las maravillas que puede hacer un título) Yo tuve una muy mala experiencia con el cbc ya que fue un choque bastante fuerte el que tuve: los mil y un sacrificios que hice, el levantarme a las cinco de la mañana para ir desde avellaneda a montes de oca y llegar en horario porque la de IPC no toleraba a los impuntuales, las horas de sueño que perdí, las frustraciones que me invadieron, los dolores de cabeza, las tardes de llorar junto a mama y preguntarle porque me era tan complicado si había otros que lo hacían. Luego de un cuatrimestre completo y meter dos materias de tres (semio y sociología) me dije: puede que esto no sea lo mio. Dejé y estuve evaluando muchas opciones: turismo, diseño, analista de sistemas. Hasta que en una clase de epifanía llegue -por un camino distinto- a mis raíces y punto de partida: la enseñanza. Y acá estamos, con ansias y mucha emoción (y puede que un poquito de nervios) de arrancar el profesorado. No descarto que haga otra carrera más adelante en la uba, pero por ahora veo al profesorado como mi salvación, mi futuro y hasta mi paz.

    un beso enorme y espero que sigas subiendo muchas entradas de esta sección.

    ResponderBorrar
  7. Qué hermosas fotos de la facu...es hermosa la sede de Avellaneda. Iría a cursar ahí si no tuviera que cursar obligatoriamente en la FADU

    ResponderBorrar
  8. Que buenas palabras. Este año me reencontrare con el famoso cbc, cursare psicologica y sociologia.

    ResponderBorrar