24 jul 2016

Crónicas Universitarias: Secuelas Universitarias

 Secuelas universitarias según wikipedia*:
Secuela (del latín sequēla "lo que sigue", "consecuencia"), en la universidad, es el cambio y/o transformación psíquica tras una excesiva acumulación de conocimientos.
Una secuela es la alteración de la mente y la forma de ver las cosas en el mundo, consecuencia del estudio, de rendir varios parciales en una semana o de dedicarte por completo a la universidad (tras tomarse en serio la carrera).1 Se considera secuela a partir del momento en que no se pueden resolver las consecuencias o la vuelta atrás hacia la ignorancia plena. Generalmente el/la estudiante suele precisar una adaptación física y/o psíquica a su nueva situación vital.2 Aparece después del primer o segundo cuatrimestre de la carrera.
Secuelas del 17/04/16

Creo que debería dejar de escribir sobre la universidad, ¿Pero cómo hacerlo si desde el año pasado se convirtió en una prioridad de mi vida?
Desde que empecé a estudiar no volví a ser la de antes y comencé a sentir la "sed de conocimientos" de querer saber más de lo que me decían los apuntes y, a partir del año pasado, las charlas que más disfruto son sobre lo aprendido académicamente: los debates con mis compañerxs sobre los temas estudiados es lo más genial que hay. En consecuencia, cuando voy a comprar al supermercado, camino por la calle, viajo en el transporte público o visito un shopping, comienzo a analizar la realidad con otros ojos.

Lo único feo de aprender todos los días algo nuevo es, como diría Sócrates, que sabés que nunca vas a saber nada, o por lo menos, nunca vas a saber lo suficiente.
Los meses pasan y las ojeras ya se te tatúan automáticamente. Pero no te preocupes, la gente que te rodea va a naturalizar tu cara masacrada y al corto plazo ya nadie se va a asustar. Tampoco van a tener problemas con verte despeinada o con la remera al revés, al poco tiempo entienden que ese es el precio de querer ser una futura profesional. Después de todo no fue casualidad cruzarme por los pasillos con gente en pantuflas en invierno y personas descalzas en verano.

Poco a poco, vas incorporando la costumbre de sentirte cómoda en tu segunda casa y a dedicar tus ingresos económicos solo para apuntes-libros-sube-comida-y-café. En tus cuadernos tu letra ya no es como en la secundaria. Si antes era prolija y bonita, ahora no te entendés ni vos. Después de todo terminás convirtiéndote en una anotadora de apuntes experta y aunque nadie te entienda la letra, te piden que se los pases.
Con el tiempo comienzan a importarte otras cosas y comenzás a desinteresarte por otras. Sociabilizás hasta en el baño de la facultad y todos los días conocés a alguien nuevx que tal vez no lx vuelvas a ver nunca más.


Secuelas del 25/06/16

Cuando empezás la carrera renegás más que en el CBC (o que el curso de ingreso). De repente caés en la realidad de aquel dicho "durante la carrera te vas a encontrar con materias que no te van a gustar" y te querés matar porque no te queda otra que fumártelas.

Comenzás a estudiar y a descubrir cosas nuevas: en mi caso este cuatrimestre fue sobre medios, derecho, radio, escritura y antropología. Desde entonces ya no me pude sentar a ver la televisión como antes, ya nada es igual. La universidad me convirtió en un monstruo que analiza programas de tv, publicidades, películas, series y noticieros. Ya no puedo consumir lo audiovisual como hace un par de semanas atrás, ¿En qué me han convertido? ¿Alguien puede devolverme mi hermosa y dulce ignorancia, por favor? Mi abuela diría que me lavaron la cabeza y un evolucionista diría que mientras toda esta acumulación de conocimientos sea ascendente, estaré más cerca del progreso intelectual.

Tuve un cuatrimestre de locos: horarios horribles, clases públicas en la calle con menos de diez grados centígrados, trabajos prácticos semanales, días completos dentro de la facultad, decepciones, días muy martes trece y una relación amor-odio con la comunicación. En este tiempo no solo escribí muchos textos académicos que me mandaron para taller de expresión, sino que también hice mi primer programa de radio y mi primera entrevista —en grupo, claro— a alguien dentro de los medios. 
¿Pueden creer que ese día estaba enferma y me quedé sin voz? Sí, hice la entrevista y el programa de radio SIN VOZ. Levante la mano quién tiene menos suerte que yo.

Podría continuar con el registro de secuelas negativas, pero es inevitable agregar también, que durante este período se abrieron puertas hacia caminos que actualmente estoy transitando y todo gracias a la universidad: conocí personas geniales, descubrí un poco más a qué me quiero dedicar y empecé a hacer lo que me gusta.

Cuando les escribo que ahora no soy alguien que sueña con hacer cosas sino que en cambio las hace, lo hago en serio. Si no estuve presente en el blog fue porque además de dedicarme a la facultad, estuve haciendo cosas por la sociedad. Porque cuando les digo que ya nada es como ayer y que no miro la televisión como hace algunos meses atrás es en serio. La universidad te saca de un lugar para llevarte a otro y no lo entendés hasta que te pasa. Te cambia la vida... te cambia todo. A veces creo reconocerme poco, pero la Aylén profesional que está surgiendo me gusta y bastante.

Estoy atravesando un gran cambio de paradigma en cuanto a mis objetivos de vida y aún no logro superar la crisis universitaria de la que les hablé una vez. Pensé en cambiarme de carrera pero todavía sigo acá, creyendo que no es mala idea ser comunicadora. También por un momento escuché a mi Aylén antropóloga interior, que está ahí desde que soy chiquita y que me susurra que deje todo y sea investigadora, que eso va mejor conmigo. Pero... no sé, no puedo. Estoy acá atrapada en otra parte que me gusta pero me tortura. Sí, hoy quiero declarar que Comunicación y yo tenemos una relación amor-odio, pero la estamos remando.
 "No eres tú, soy yo", le dije el otro día.


Secuelas del 14/07/16

¿Será que la crisis universitaria sigue en pie y nunca se fue? ¿Será que tanto estudio, lecturas nuevas y cursadas intensas te lavó el cerebro? ¿Será que llegar a dormirte en el teórico de Taller de expresión I te superó, cuando creíste que iba a ser tu materia favorita?
Suspirás, entrás a tu blog, intentás escribir algo pero no te sale nada. Releés tus entradas anteriores para buscar motivación y, en su lugar, tenés ganas de arrancarte los ojos al ver lo mal que escribías.
Entendiste que llegó la hora de aceptar que tu escritura no es tan buena como parece, que tenés errores de puntuación porque ponés las comas, donde no van y sufrís exceso de repeticiones de palabras palabras. Pero le ves el lado positivo: haber cursado taller te ayudó a mejorar, a detectar tus errores de redacción y a querer ser mejor en tu forma de expresión.

Y de repente te encontrás sola tomando mate amargo como lo hacés en la facultad con tus compañerxs y pensás en el CBC, en lo  lindo que sería volver a vivirlo solamente para sentir la ingenua ilusión de empezar Comunicación, sin saber realmente qué era lo que te estaba esperando o, para volver a ser esa Aylu del pasado, un poco más inmadura y soñadora. Al fin y al cabo, las secuelas universitarias te dejaron mucho más que ojeras y aprendizajes nuevos.

Nuevamente suspirás y te acordás cuando la semana pasada te quedaste dormida en la entrega de carpeta y tuviste que atravesar una odisea con el transporte público para poder llegar a la clase cuanto antes. Intentás reírte de vos misma pero solo te dan ganas de autopalmearte el hombro para decirte: Aylu, ni vos te entendés. Tu cabeza nunca antes había sido el quilombo que es hoy. Ya no tenés remedio, ya está, todo fue hecho.

Que los prácticos a la mañana, que los teóricos a la noche, que los parciales todos juntos, que las clases infumables, que lxs profesorxs copadxs y lxs forrxs, que tu falta de ganas y motivación para leer los textos, que los viajes horribles en el tren para llegar a cursar, que aquella vez que te quedaste sin voz el día que tenías que hacer una entrevista y un programa de radio, que un pibe que salió en las noticias por haberse recibido de abogado en dos años y medio y que tu familia te pregunte: ¿Tu carrera también se puede rendir libre?

¿Tanta suerte ibas a tener, Aylén?


6 comentarios:

  1. La universidad te ha marcado hasta en tu propia escritura. (Me llamó la atención que hayas escrito "compañerxs", esa sí que es una secuela universitaria notoria). En mi caso, siempre he tenido una mente inquisitiva y curiosa, y la Facultad me ha provisto de un montón de herramientas para desmontar la realidad. Yo vivo desarmándola y armándola, y es cierto que ser universitario cambia tus hábitos. Mi hermana (que estudia Diseño Gráfico) y yo hemos visto el caso del abogado que se recibió en dos años. Nos miramos el uno al otro y nos encogimos de hombros. Ninguno de los dos vive a la vuelta de la esquina de su sede, ni corremos con ventaja, ni rendimos libres las materias, pero nuestras mutuas carreras nos llenan de una satisfacción infinita. Vamos a tardar lo que tengamos que tardar. Yo elijo Letras y me la banco. XD Espero puedas superar tu crisis universitaria. Y hagas lo que hagas, que esa carrera te haga feliz y te siga llenando de experiencias, conocimientos y satisfacciones. ¡Saludos, Aylu!

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  2. La verdad que admiro tu forma de escribir, y me siento identificada. Hay momentos en que te agota, dudas si elegiste bien y hay materias horribles que tenes que aprobar.Yo tengo muchas crisis universitarias, y mi familia o yo misma trato de ver lo positivo de la carrera. Porque no hay nada más lindo que aprender. Te abre la cabeza, y ves el mundo totalmente diferente. Siempre tenes ansias de mas.
    Saludos

    http://obsesionliterariareal.blogspot.com.ar/

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    1. Tal cual, te abre la cabeza. Gracias por leer! :)

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  3. Tremendo, igual veo un poco tu letra en la foto y... deberias ver la mia, que nunca se cruce un manuscrito un grafologo por dio'
    En cuanto a tus ganas de cambiarte a antropologia. Yo tambien arranque comu y me cambie. No me arrepiento. Soy anti periodista (?) aunq vos todavia me caes bien... a ver cuando te recibas(?) No se, pensalo.
    Me gusta que HAGAS, yo no soy un buen ejemplo pero mi prediga siempre es "hace o no me rompas las pelotas. Caretas acá no" Asi que desde acá estamos orgullosos de que revalides tus palabras con hechos.
    En cuanto a escribir, cuidado! es un alma de doble filo. Por mas que mucha gente me cuando me lee (Bueno, "mucha") me diga que lo hago muy bien... cada vez que me releo encuentro mas errores, mas desastre, mas mala prosa. No escribo ni un 10% de lo que escribía antes... y supuestamente soy guionista :S hay que ser exigente pero no pasarse (?)
    Y bue, entre lo que dije ya me olvide que mas habia para decir. Banco fuerte tu blog, no te vayas mas

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    1. O sea que estás diciendo que mi letra es fea aunque la tuya es peor? JAJAJA!
      Gracias Chucho por bancar fuerte el blog!!

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