
Viajo en el tren Roca hace más de una década. Cuando era chica solía frecuentarlo con algo de miedo: había mucha gente extraña y el entorno reflejaba una realidad alejada de lo que era mi hogar.
Ahora, y después de empezar a estudiar (y tener que viajar varias horas para eso), comencé a pasar más tiempo sentada en el tren que en mi propia casa. Todo eso que era ajeno y desconocido, en un par de meses se volvió parte de mi vida diaria.
Como estudiante de ciencias sociales a veces convierto los espacios que visito en campos y objetos de estudio....
Leer...