31 may 2015

Ni una menos

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Ilustración: Tefeebo

Hoy antes de ponerme a estudiar (qué triste mi vida), quiero traerles un post sobre un tema ruidoso que parece no querer callarse ni calmarse en estos últimos días en Argentina. Desde siempre quise escribir algo relacionado a esto, es más, estuve a punto de hacerlo y de hecho tengo un borrador, pero creo no publicarlo nunca, ya que es un tema bastante delicado y que trae demasiada controversia.

La mayoría de los que me conocen sabrán que empecé a estudiar comunicación social y que me encanta la carrera. Justamente me voy a formar para ser comunicóloga y opinóloga de la sociedad en el sentido más "crítico y creativo". Y creo que elegí bien, porque es lo que hago muchas veces y así me siento. Y seamos realistas, tengo un blog y escribo, no puedo no escribir sobre temas como estos... son los que marcan a nuestra sociedad, son los que nos rodean y afectan todos los días; desde dentro de nuestras casas, en el colegio-facultad y hasta en la calle. En cualquier lado, siempre, nos vamos a encontrar con un poco de esto.

¿Qué son esas tres palabras que andan dando vuelta por las redes sociales? ¿Por qué de repente todo el mundo habla de los "femicidios", del "machismo" y el "feminismo"?
Suele pasar que la realidad se ignora hasta que nos afecta a todos.
Ignoramos lo que nos pasa hasta que nos hace mal y queremos cambiar las cosas o simplemente decir basta.

Hasta hace unas semanas, una adolescente fue asesinada por "su novio" y se transformó en otro de los famosos casos de femicidios que generaron un gran impacto en los medios de comunicación y en todas nuestras bocas. Se trata de otra víctima del machismo, otra de las tantas que venimos conociendo como Candela, Ángeles, Melina, Lola, y una más cada 30 horas y que seguramente no todas vayamos a conocer. Porque estadísticamente existieron 277 casos de femicidios en el 2014 y estos no fueron todos conocidos.

Ilustración: Liniers

No quiero irme por las ramas sobre el tema, hay mucho para hablar y creo que si me pongo a escribir, no termino más. Lo importante acá, es saber que somos testigos de un hartazgo sociocultural que dijo BASTA y convocó a todo el país a luchar por tres cosas:
-Conciencia.
-Basta de femicidios.
-Real implementación del Plan Nacional para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, como establece la Ley 26.485

NI UNA MENOS se va a escuchar bien fuerte este miércoles 3 de junio a las 17hs en todo el país. Hombres y mujeres, mujeres y hombres, todos presentes por esta lucha que merece ser ganada. Ni feministas ni feminazis, ni activistas ni periodistas, ni famosos ni políticos. Gente, personas: seres humanos. Seres humanos que piden basta de matar a las mujeres por ser mujeres, por creer que son menos o cosas.
Acá el machismo mata una mujer cada treinta horas y no solo mata mujeres, también hombres y afecta negativamente a ambos sexos. El machismo está fuertemente inculcado en la cultura desde siempre y este nos hace mal a todos: la mujer es menos, la mujer es más débil, la mujer no se respeta, no se quiere. La mujer es un objeto, es algo menos que él, es un premio, es un juguete, es alguien que se viola, se mata y se mete en una bolsa. El hombre es más, el hombre es el macho alfa, el hombre es fuerte y duro, el hombre no llora ni es mariquita, el hombre es un aprovechador, el hombre tiene que ser un ganador.
Esos papeles de género estereotipados como que dejaron de sonar lindo y ambos extremos hartaron. Nos hacemos mal, nosotros mismos nos hacemos mal. La educación que nos dan con respecto a estas cosas nos hacen mal, nuestra cultura machista nos hace mal.

Ilustración: Prol

¿Y si dejamos de ver así las cosas y comenzamos a luchar por algo tan hermoso como la igualdad entre ambos sexos? Después de todo somos seres humanos, no es que uno es un queso y otro es una zapatilla, no. ¿Se imaginan lo difícil que sería la igualdad entre un queso y una zapatilla? Imposible, claro.
En nuestro caso es totalmente posible porque somos PERSONAS y lo único que está mal son nuestros pensamientos sobre lo que somos, hacemos, creemos o debemos hacer.

Quiero compartir con ustedes, un video cortito que hizo Fulana Who (una de las ilustradoras a las que sigo), sobre lo que trata Ni una menos.


A mi desde chiquita me enseñaron que el rosa es de la nena y el azul del nene, que las nenas no dicen malas palabras y se portan bien, que los nenes son más fuertes y se portan mal, que nosotras las nenas tenemos que portarnos como señoritas, vestirnos bien y aprender a cocinar y limpiar para poder hacerlo después para nuestros esposos cuando nos casemos (y tengamos hijos). Las nenas son como florcitas, re tiernas y educadas. Los nenes son más revoltosos y no hacen cosas de nenas porque son cosas de nenas y a ellos no les gusta porque son cosas DE NENAS.
Y después está lo que me decían cuando fui creciendo: "¿Vos querés usar esa pollera para coquetear?" "No uses short, te voy a comprar jeans nuevos, no muestres tanto las piernas". "No dejes que nadie te toque, si un chico te hace algo vos gritá". "No salgas sola, te puede pasar algo". "Vestite bien, vestite como mujer". "¿Cocinaste esto vos sola? ¡Ya te podes casar!", "eso es muy escotado". "No muestres mucho". "No uses tanto maquillaje, no te pintes las uñas así que pareces prostituta". "Sacate ese tapado, pareces una puta". "Con esos labios rojos parece que te vas a un prostíbulo". "Si oscurece no podes estar en la calle, alguien te puede hacer algo y no volvés más". "¿Y el novio?" "¿A vos no te enseñaron lo que es un macho alfa? Aprendé nena, vos tenés que hacer lo que los hombres digan", "mirá para abajo y seguí caminando", "callate, sos mujer". "Las mujeres son debiluchas", "ay, corrés como nenita", "las mujeres tienen que cocinar y limpiar". "Vos nena cuando tengas marido me vas a entender". "A las mujeres les encanta que los hombres les peguen o que les griten cosas en la calle". "Vos no hagas eso, vos sos santa". "Vos sos una mujer de verdad, no hagas eso". "Si haces eso sos puta, zorra de mierda".

¿Qué es todo esto, a ver, qué es todo esto? ¿Se dan cuenta de lo mal que estamos, que nosotros mismos construimos esta cultura machista que nos está matando a todos?
Las mujeres no somos algo, no somos una cosa, no somos un pedazo de carne. No somos débiles, no somos tontas, no somos inútiles, no somos putas ni santas, no somos algo. Somos personas. SOMOS SERES HUMANOS. Así, igual que los hombres, ellos también son seres humanos, como nosotras.

¿En serio merezco ser violada y asesina... por ser mujer, por vestirme así, por ser asá, por decir mu? ¿Merezco ser asesina si usaba short y no pantalón? ¿Merezco que me violen por cómo soy? ¿Merezco toda esta violencia, ya sea verbal, física, psicológica o sexual... por ser mujer?

Hay una realidad y es que hay gente que sí lo cree y mata mujeres por todo esto, por creernos menos. Y no, somos igual que los hombres, porque somos personas como ellos. Tenemos brazos, cabeza, hombros, cerebro, ojos, piernas... seremos distintos anatómicamente y algunas otras cosas más, pero eso no puede decir que seamos inferiores. Existe eso que somos ambos y es SER HUMANO. Nada más. Todo eso que creemos y pensamos que nos diferencia es parte de el hecho social de nuestra sociedad. Piénsenlo, no es muy complicado.

El miércoles voy a estar en Plaza Congreso con mi total apoyo y presencia. Y por supuesto, con mi cámara para capturar este momento histórico que nos va a marcar a todos. Espero encontrarlos ahí y ah, si quieren hablar más del tema (o que hable sobre él, tengo mucho para hablar), me avisan y escribo... o si quieren tomamos un café, o dos... pero ni una menos.

El fibrón ya me falló a lo último, sepan disculpar...

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23 may 2015

Series: The Flash

14 comentarios:


Hace siglos no escribo en mi blog y hace milenios que tengo ganas de hacerlo sobre una de las series de superhéroes que más disfruté hasta ahora.
Ya que es sábado, se asomó un buen fin de semana largo y ustedes no tienen que estudiar como yo, hoy les traigo la reseña de la serie The Flash.

Como podrán ver, ando media desaparecida del mundo blogger y si hablo o escribo, es sobre la facultad... sí, así de mal ando. Es más, podría haberles traído otras crónicas universitarias, pero si vuelvo a escuchar o leer la palabra universidad o apuntes, voy a llorar (déjenme decirles que la ando pasando muy mal en esta época de parciales, así que si no estoy o desaparezco, ya saben por qué es). Mientras tanto, para ir sobrellevando estos malos momentos -después habrá tiempo para hablarles sobre los parciales y esos temas universitarios- decidí tomarme el día y terminar de ver esta serie que tanto me gusta. Ando un poco atrasada y lenta, terminó hace varios días y yo acabo de ver el último capítulo, pero ¿qué más se puede esperar de mí? Tarde o temprano les iba a traer esto. Comencemos.


Más o menos estuve esperando escribir sobre The Flash desde que me enteré que iban a hacer una serie sobre él, ¿re loco, no?
Desde que tengo uso de razón, mi superhéroe favorito siempre fue el pibe vestido de rojo que corre rápido. Lo conocí por la famosísima Liga de la Justicia y resulta que me enamoré perdidamente de él. Bueno, ¿quién no puede amar a Flash? Tiene el carisma, el humor y la rapidez para lograr que le caigas bien en tan solo un abrir y cerrar de ojos.

Barry Allen (Grant Gustin) perdió a su mamá a los once años en medio de un extraño accidente en donde solo él y su padre fueron testigos. Después de aquel homicidio, Barry aseguraba que "un hombre rápido" mató a su madre, ¿pero quién iba a creerle a un niño confundido? Él solo quería defender a su padre, quien tuvo que responsabilizarse de la muerte de su esposa e ir a prisión.
Así fue como nuestro protagonista quedó medio solo, criándose con el detective West (Jesse L. Martin) y su hija Iris (Candice Patton) como parte de la familia y llegó a formarse como investigador criminalístico para la Policía Científica de Central City. Nada mal, Barry.
Un día casi normal como todos, a Allen le cae un rayo encima a causa de un accidente que ocurrió en los laboratorios S.T.A.R. y queda en coma durante nueve meses. Cuando despierta, ya no era el típico pibe que llegaba tarde a todos lados y se da cuenta de que había algo nuevo en él: la capacidad de moverse y correr rápido. La supervelocidad.

Trailer



(No se babeen, por favor, no se babeen).

La serie comenzó siendo un spin-off de Arrow, nuestro queridísimo Oliver Queen (que por cierto no nos dejó muy satisfechos con su última temporada). Y ya en uno de los capítulos de la segunda de Flecha Verde, pudimos conocer a Barry en su debut como el segundo Flash de los cuatro flashes que nos trajo DC Cómics, reencarnado por el carismático Grant Gustin.

 
 

¿Quién más podría haber interpretado de manera brillante a Barry Allen? Obvio que nadie más que Gustin. Y es que este chico se gana nuestro corazón con tan solo pronunciar unas cuantas palabras. ¿Actuación? Excelente. ¿Carisma? Perfecto. ¿Sonrisa? Perfecta. ¿Belleza? De belleza no hablemos, bueno mejor me calmo.
Hablé con gente que asegura no gustarle Gustin como Barry por el simple hecho de que "tiene cara de nene" y es "muy flaquito" o "el cuerpo no le da". Y puede ser, el Flash original no tiene la misma estructura corporal que Grant Gustin, pero sin embargo le queda bien, de todos modos el Flash que se fue conociendo con el correr de los años en la Liga de la Justicia era bastante larguirucho. A demás, por favor, ¿vamos a exigirle a Grant Gustin que coma más papas y levante pesas de cincuenta kilos solamente para ser un mejor Flash? No, está bien así como está, el pibe es perfecto.


La cadena de The CW nos trae una buena (no ideal ni perfecta) adaptación de la historia de el velocista escarlata con 23 episodios de los cuales no duran más de 45 minutos cada uno, y logra adentrarnos muy bien en el universo de DC Cómics con su ciencia ficción. Yo diría que hicieron un trabajo fantástico.
Bueno, no tan fantástico. Existen ciertos puntos flojos que podríamos destacar, pero que siempre están en todas las series y podrían pasarse por alto.

Los efectos especiales no son perfectos, siempre podrían ser mejores. Hay gente que dice que son muy malos, yo digo que la mayoría están buenos y algunos no tanto. Aún así creo que están bien puestos y que de otra manera no podrían haber sido, no hay flashes mejores que los que genera este Flash que nos trae CW.
Si hay algo que no me gustó, fueron los capítulos orientados hacia la trama romántica que se asemejaron a las historias de Disney: algo cursis y empalagosos por momentos, pero dejando eso de lado, todo lo demás está bien.

Creo que desde que comenzó la temporada, conocimos más villanos que otra cosa: villanos con superpoderes y bautizados como "metahumanos". Todos convertidos en anomalías a causa de aquella extraña explosión de los laboratorios S.T.A.R. la misma noche en que le cayó el rayo a Barry, el mismo que lo dejó en coma y le brindó la supervelocidad y lo convirtió en lo que ahora es. Es decir, que nuestro Flash no fue el único afectado en aquel accidente y que a otras personas como a él se le fueron otorgados poderes sobrenaturales.

Si de repente a vos te cae un rayo y de un día para el otro tenés la capacidad de controlar el tiempo atmosférico así como si nada, ¿de qué manera vas a usar esta nueva habilidad?
O si de repente podes teletransportarte o hacer algo que un ser humano común no puede hacer, ¿serías de los malos o de los buenos?
Qué buena pregunta, ¿no?

The CW nos trae el típico héroe buenudo que sobrepone sus necesidades para el bienestar de los demás y su ciudad; en este caso, Barry fue de los que eligió utilizar sus superpoderes para el bien de la humanidad y así es como se gana nuestra eterna admiración. ¿Cómo no quererlo, cómo no quererlo?
Parece que todo le sale bien, excepto que se enamoró de su mejor amiga de toda la infancia y ella lo termina histeriqueando más o menos en toda la temporada.



Y sí, algo no te tenía que salir bien, Barry.
Pobre, no nos pongamos a hablar sobre amor porque se nos pone a llorar acá mismo.



Acá es cuando entramos a debatir sobre los personajes secundarios y nos damos cuenta de cuán odiosos son unos y cuán queridos son otros.
La más odiada por todos nosotros, sin dudas es Iris West (Candice Patton). ¿Pero qué le pasó por la cabeza a CW para hacer un personaje así? Suerte que también está Caitlin Snow (Danielle Panabaker) para hacernos quedar bien y hacerle entender al mundo que no todas somos como Iris. La verdad, su personaje, un desastre. Podría describirla en incontables palabras y aún así no podría existir una positiva. Su personaje me provocó repulsión en todo momento, tal vez sea porque intentó darle el toque emocional y cursi a la serie... pero no, no. Mal. Mal.

Yendo a los personajes que sí valieron la pena y se destacaron en todo momento, podríamos mencionar a Cisco (Carlos Valdés). El tipo, un brillante... su personaje, excelente.


Y si nos ponemos a hablar de Dr. Wells (Tom Cavanagh), yo me levanto y lo aplaudo. Creo que fue el mejor personaje de la serie y en todo momento se destacó como tal. Impecable... magnífico. En cada episodio se saca una careta distinta y aún así nunca perdió su esencia.
Podría estar contándoles más sobre todos ellos, pero acá no se hacen spoilers, no señor.

The Flash nos trae una trama excelente, repleta de adrenalina, emoción, comedia, episodios acaramelados y llenos de acción. Imposible no amarla, imposible no quererla... imposible no verla.
La serie es entretenida y digna de ser vista y admirada por todos. No fue perfecta, pero fue excelente y no me arrepiento de haberla visto. Tiene todo eso que hay que ver por lo menos una vez en nuestras vidas. Y ah, eso me faltaba: es apta para todo público. A nadie le importa pero yo quería decirlo.

Otra cosa que no podría dejar atrás, es la banda sonora de la serie, ¿algo más hermoso que esto no hay? Obvio que no, es única. Y los viajes en el tiempo, los guiones fantásticos (y que a veces fueron malos), todo le da ese toque único a The Flash que hace que se convierta en una de las mejores series de superhéroes.

Además de que comparte universo con Arrow y también con el nuevo spin-off de ambas: DC's Legends of Tomorrow, ¿qué más pedir?
Sí, que por favor nos traigan la segunda temporada cuanto antes, porque el último capítulo nos dejó con las uñas a medio comer. Claramente The Flash nos promete portarse cada vez mejor y traernos mucho más, de eso no hay dudas.

No sé ustedes, pero yo terminé amando la serie, amando un poquito más a Flash y por supuesto a Grant Gustin. Porque él es the fastest man alive y ni el Flash reverso le puede ganar.



Calificación:

Antes de despedirme, quiero comentarles que Tani de Invierno Cósmico me recomendó en la iniciativa de "Me gusta tu blog" y les juro que morí de ternura con las cosas que dijo sobre mi y El mundo de Aylu<3. GRACIASSS.

Ahora sí, dejo que disfruten su fin de semana largo y yo me voy a poner a estudiar *llora y come chocolate mientras estudia*.
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2 may 2015

Crónicas universitarias: un mes después

24 comentarios:
Imagen meramente ilustrativa que no es de mi propiedad -Weheartit-, pero que más abajo se van a encontrar con ilustraciones propias (mías), no se rían de lo horribles que están.

Estoy finalizando casi mi primer mes en la universidad y tengo tantas cosas para contarles que no sé por dónde empezar. Siento que no fueron cuatro semanas sino años y creo que de golpe me siento vieja. En estos poquitos días que comencé a ir, acumulé muchos datos y conocimientos, hábitos y experiencias; y como siempre, quiero compartir con ustedes todo eso -muejejeje amo hacerlo-.
Me sentí muy satisfecha con el primer post que escribí de esta sección porque dio los frutos que esperaba y hasta se engancharon pidiéndome consejos ¿entienden por qué los quiero?

Hoy tengo bastantes puntos que quiero destacar (tengo demasiado para contarles, así que voy a intentar ser lo más objetiva posible). Por eso decidí dividirlo a todo en subtítulos (sí, voy a ser más organizada, milagro total).

Empecemos con...

Un nuevo mundo, nada que ver a la secundaria

Todo el mundo lo dice: "la universidad es otra cosa, no tiene nada que ver con la secundaria" y es verdad.
Ya no existe el "de lunes a viernes", las cinco horas diarias, el "no estudio", el "este fin de semana salgo", el "no tengo ganas de ir, me duele la panza", el "uh llueve, no voy", el "en la prueba me macheteo"... hay tantas cosas distintas, que no me alcanza el tiempo para comentarlas.
Muchos dicen extrañar la secundaria, porque era más lindo todo, por los amigos, por los profesores, porque no se hacía nada y porque el nivel de responsabilidad que se tiene en ese período de vida es escaso. Sí, puede ser, pero sinceramente yo no la extraño.
Creí que lo haría, pero me gusta la movida universitaria, a mi la secundaria me tenía harta más que nada por el nivel de inmadurez de esta: los profesores un desastre, el sistema educativo -10 y lo que nos enseñan, ni el 30% nos sirve para salir al mundo real.
Prácticamente soy de las que se sintió en bolas al entrar a la universidad porque claramente la secundaria no me dio la ropa que necesitaba. Bueno, algunas cositas sí, supongamos que nada más me dio la ropa interior(?).


La universidad te hace independiente, pensante, no es tan rutinaria como la secundaria (por lo menos en mi caso), los profesores son otra cosa, la forma de enseñar es otra, se lee todos los días y se estudia de verdad. En resumen, en la universidad SE APRENDE.

Próximamente voy a escribir un post sobre "Lo que me enseñó la secundaria" así que estén atentos.

Cómo es este nuevo mundo

Y esta parte va dedicada a Aylén del blog Deliria Literaria que me preguntó cómo es una universidad por dentro.
Creo que gran parte la expliqué arriba; la universidad es distinta y cada una de ellas, de las tantas que hay, también se diferencian entre sí. Yo voy a la Universidad de Buenos Aires y es pública. Nunca fui a una privada así que no sabría decirles la diferencia entre estas, ni tampoco conocí ni fui a otra pública, solo conozco la UBA. Así que mucho no sabría del tema, pero sí sé cómo es la UBA por dentro. Voy a contarles un poquito.

Es pública, laica, gratuita y tiene fama de "burocrática": papeles, más papeles y trámites que dan flojera. Los que vamos a la UBA somos muchos y por lo general casi ni hacemos ruido de manera individual, somos uno más del montón. Tiene sus pros y contras, por supuesto, pero la UBA siempre va a ser la mejor.
Todas sus facultades, físicamente, no son lo más lindo. Son departamentos bastantes antiguos pero que cada una lleva su propia historia (vaya qué historia) y belleza (díganme que la de Marcelo T. Alvear no es hermosa).
Después, con respecto a lo que es por dentro en cuanto a las personas que asisten, la verdad, ME ENCANTA. Todos somos distintos, todos queremos estudiar y saber, tenemos sed de conocimientos, algunos estamos perdidos, otros no queremos saber nada y eso está bueno. Nadie va por obligación, claramente. No es como en la secundaria que mamá y papá nos levantaban para ir porque "hay que ir a estudiar", no, acá estudiamos porque nosotros queremos y eso se nota y mucho. No todos van a calentar los asientos, y si los calientan, al poco tiempo se van y no molestan más.

Los profesores, las clases y el humor


Déjenme decirles que cuando entren a la universidad van a amar y odiar a los profesores. Por ahora, de los cuatro que tengo, admiro a todos ellos (algunos más que otros). Todos distintos, todos con su única manera de explicar y enseñar, todos con ganas de algo y con una misión en particular.
No les voy a mentir, los profesores que me tocaron últimamente forman parte de una fuente de inspiración y motivación hacia lo que estoy estudiando. Les tengo algo de desconfianza, por supuesto, todavía no llegué a la época de los parciales (estoy segura que después de eso voy a odiarlos), pero por ahora me centro solo en disfrutarlos.
Algunas clases son frescas y divertidas, muchos usan el humor para romper el hielo con nosotros los estudiantes, y todo se hace más ameno y disfrutable, o así se supone que tiene que ser. Yo creo que el humor es la clave para el éxito de la clase, ¿o me van a decir que no? Es más lindo cuando el profesor hace algún que otro chiste relacionado con el tema y todos nos reímos. No hay nada mejor que eso. A demás sirve para engancharte más a lo que está diciendo y evita que te duermas (lo digo por experiencia, eh).

Y ojo, no todos los profesores son copados. Hay algunos que no vas a querer ver nunca más en tu vida.

Socializar en la universidad


¡Levante la mano quién es tímida/o para conocer personas!

Me pasa que nunca sé cómo entablar la primera conversación al conocer a una persona. Me refiero a acercarme a alguien desconocido y empezar a hablarle, ¿a alguien más le pasa? No sé qué decirle, qué preguntarle o cómo empezar y eso me desespera. Por lo general, nunca soy la que rompe el hielo en estas cosas y eso hace que no socialice mucho. Por ejemplo, en la primer semana no hablé con absolutamente nadie, NADIE. Intenté hacerlo pero pensé en los "mejor no a ver si quedo como estúpida" o "mejor no a ver si me ignora". La verdad es que hago mal en pensar así, eso me llevó a estar prácticamente sola durante la primer semana de cursada y ver cómo todos se estaban haciendo amigos nuevos menos yo me frustraba.

En la segunda semana, estuve a punto de hablarle a una chica que estaba parada en frente de mí mientras esperábamos entrar a la clase de Sociología. Yo la miré y ella me miró, intenté acercarme pero dije: naah mejor no. Y bueno, ella terminó acercándose a mí y hablamos por unos minutos antes de entrar, pero después nunca más.

Durante la tercer semana, llegué demasiado temprano a la misma clase y mientras esperaba entrar me senté en el piso al lado de la puerta y me puse a escuchar música con el celular. Mi intención era que la hora volara así yo podía cursar, salir de cursar e irme a casa en paz. Pero de repente una sombra extraña se me apareció de golpe y cuando levanté la vista una chica me estaba hablando. Me preguntó si "estaba para la clase de sociología" y cuando apagué rápido la música le contesté que sí. Hubo un cruce de algunas palabras y después me callé y seguí con el celular. En un momento pensé: "no Aylén, no seas así, hablale, la chica parece simpática y no creo que quedes estúpida con ella". Así fue como le pregunte: "¿Para qué carrera estás?" Y automáticamente la conversación casi ni tuvo fin. Ahora cuando cursamos Sociología nos sentamos juntas, ¡sí, sos vos Hebe!

También me pasó que por facebook estuve hablando con una chica que necesitaba conseguir el libro para Semiología y resulta que ambas cursábamos las mismas materias con los mismos horarios. El lunes llego a la facultad y me entero que el profesor no había venido: "okay, me pongo a escuchar música y leer algo hasta cursar la próxima materia". Antes de que bajara las escaleras, una chica se me acercó y nuestra conversación fue más o menos esta:

-¿Vos sos Ayelén?
-No.
-Ah disculpame, pasa que ayer hablé con una chica que se llama Ayelén por facebook y cursa las mismas materias que yo...
-Ah, sí, soy yo. Pero me llamo Aylén.
-¿Aylén? ¡Jajaja, perdón! Leí mal entonces.
-No te preocupes, ya estoy acostumbrada, muchos lo leen así. ¿Para qué carrera estás?
-Comunicación Social.

Y así fue. Nos la pasamos hablando dos horas completas sobre nuestra carrera en común y sobre la vida entera.

Ese mismo día, cuando ambas entramos al aula para cursar Semiología, me senté y apoyé el libro que estaba leyendo -El mundo de Sofía- sobre la mesa de mi asiento y la chica que estaba sentada al lado mío lo miró con cierto interés. Yo no dije nada, solo la miré disimuladamente y pensé que seguramente estaba creyendo que soy una rarita que lee sobre filosofía.

-¿Ya lo terminaste? -Me preguntó.
Sonreí-. No, estoy por acá -le muestro el marca páginas- ¿vos lo leíste?
-Sí, el ante año pasado y me encantó, es hermoso.
-¡Sí! *Y así es como Aylén no paró de hablar con Priscila*.

El martes en la clase de Sociología nos tocó hacer grupo y conocí a dos chicas más que me cayeron muy bien, una de ellas que también está estudiando la misma carrera. Por ahora hablé con un chico y solo hasta ahí nomás, no sé si soy yo o qué pero los chicos no se me acercan (?), bueno, no vi a ninguno que se le acercara a hablarle a alguna chica o algo por el estilo, ¿qué onda con eso? Los noto bastante tímidos o callados, no creo recordar que ellos fueran así... En fin, tengo pendiente el tema de socializar con chicos y al parecer ninguno se me va a acercar (?). Vamos a ver qué tal me va a ir con eso (mentira yo no me acerco a hablarle a nadie ajaja).

Mi conclusión es, que no tengan miedo de socializar. No son los únicos tímidos/as o con inseguridades. En este caso soy un mal ejemplo, pero todo lo que me pasó me ayudó a entender que también tengo que tomar la iniciativa y conocer gente por mi propia cuenta, no esperar a que alguien me hable. Así no se consigue nada. En los próximos posts voy a contarles qué tal me fue iniciando conversaciones con los demás *muere de ansiedad social*. Pero después de todo hay que animarse, hablar y conocer gente nueva no es tan malo como parece.

A todos nos pasa.

Miedos


Hablar de miedos... ¡qué miedo me da!
Da miedo empezar la universidad, da miedo dejar la secundaria y estar en bolas y no saber qué hacer con tu vida: tenemos que decidirnos, tenemos que elegir un camino, estamos condicionados socialmente y no podemos escaparnos de eso. Nos da miedo porque aún sin llegar a la madurez tenemos que decidirnos por lo que queremos hacer y ser por el resto de nuestras vidas... y lo último que nos espera después de todo eso es... ¿morir?

Sí, no es fácil y tampoco lindo. Tuve la suerte de saber qué era lo que quería (muchas veces lo dudé) antes de empezar esta nueva etapa, cosa que no a todo el mundo le pasa.

Está el miedo de empezar, de no saber cómo va a ser, de no saber si te va a ir bien o mal, de si decidiste bien, de si eso es para vos, de si eso es lo que querés... no sabés nada y eso da miedo, mucho miedo. Y por otra parte está la ansiedad de empezar de una vez por todas para saberlo todo y dejar de tener miedo para enfrentarlo todo. Es agotador, es estresante.

¿Me estoy equivocando en venir acá, en estudiar esto, en hacer esto que estoy haciendo?
Y de repente cuando se empieza tenés ganas de ir y muchas ganas de no ir, de llorar, de querer quedarse encerrada en casa y no enfrentar el mundo... "no sé si quiero esto", "no sé si voy a poder", "no quiero viajar hasta la facultad, estoy cansada", "tengo miedo".
El miedo es lo peor que hay y siempre está, ¿la solución? Enfrentarlo (no apto para cobardes). ¿Y cómo enfrentarlo? Yendo y cumpliendo con el "condicionamiento" que nos imponen, claro, si lo que realmente querés es estudiar y recibirte. Sino, recomiendo que vayas por otro camino y seas feliz en otro lugar.
Esta es la responsabilidad que elegimos y, como dijo María Luján del blog Un gallo que lee: "la uni es como la vida misma, pero eso sí, DISFRUTALA". Hay que disfrutar, así como dijo ella. Y si, tiene razón, la universidad es como la vida misma: la vas a odiar y la vas a amar.

Diversidad


Mi parte favorita cuando voy a la facultad.
No sé si será así en todas las facultades o universidades, pero por lo menos en la mía, en el CBC, la diversidad juvenil se hace notar. Todos somos distintos, todos tenemos nuestro propio estilo (nos vestimos distinto, nos manejamos distinto, pensamos distinto, vamos para carreras distintas). Todo es una ensalada pero de esas variadas y sanas, por supuesto. No es como en los colegios que: usabas guardapolvo o uniforme. No, acá todos vamos como somos y queremos, y eso me gusta, me encanta.

Cómo adaptarse y cómo estudiar


Algunos son buenos adaptándose a cambios bruscos, otros no tanto. A mi me pasó que no se me hizo difícil. Bastó con conocer en los primeros días cómo era la movida y listo: a adaptarse, a hacerle caso a los profesores... no queda otra.
Ellos te dicen: para la clase que viene hay que leer tal cosa y tal capítulo y... hay que hacerlo.
Mi profesor de Sociología dijo que tenemos que lograr que nuestro estudio se convierta en un hábito y no en una tortura. Así como cuando nos lavamos los dientes todos los días y es tan común y rutinario que a veces ni lo sentimos, así, así tiene que convertirse el leer todos los días para la facultad.

Todos los días un poquito... sentarse, leer, intentar comprender y no atrasarse. Convertirlo en algo positivo para nosotros: que eso que lees construya lo que querés hacer en un futuro. Por lo menos las materias que estoy viendo en este cuatrimestre, me aportan muchas herramientas para lo que quiero hacer ahora y por el resto de mi vida: COMUNICAR. Todo eso que leo y estudio, si lo veo como un perfeccionamiento a lo que me gusta y quiero hacer, se vuelve soportable e inspirador. Seamos positivos a la hora de estudiar (o como mejor me gusta llamarlo a mi: entender y comprender).
Obvio que estudiar es casi imposible convertirlo en un hábito, pero con un poco de sacrificio todo se logra. Si querés vas a poder. Eso sí, si no tenes ganas de estudiar un día y tenes sueño: ANDÁ A LA CAMA. O si tenes ganas de tirar todo a la mierda: TIRÁ TODO A LA MIERDA. Pero después acordate del hábito.

Adaptarse en sí depende de uno mismo, depende de tu actitud, de tus ganas, de tus expectativas y de tus sacrificios. Si no te sentís cómodo en un lugar probá con otro, todos tenemos un lugar en este mundo y no podemos perder el tiempo en uno en donde no encajamos. ¿Un consejo? Piensen en positivo.

Los malos hábitos


Cuando se empieza la universidad, se empieza a desordenar todo: lo que éramos antes ya no lo somos, lo que hacíamos antes ya no lo podemos hacer ahora. Puede que al intentar organizarnos, nos desorganicemos aún más y eso puede afectar a nuestras horas de sueño, nuestro humor, nuestra rutina diaria, nuestra alimentación y nuestra salud.
Me pasa que me gusta mucho el café y siempre bebí con regularidad por mero placer. Ahora, tomar café se volvió en una adicción y en un alivio total: tomar café a la mañana después de no haber tenido una buena noche o no haber descansado bien, llegar a casa y tomar café porque tengo que estudiar y muero de sueño porque sino así no rindo. El café como solución a todo.
Mal, muy mal.
Dejé de lado el agua, las frutas, el salir a tomar aire, el dormir bien... ni se imaginan cómo terminé.
Primero hay que pensar en nuestra salud (comer bien, tomar agua, descansar bien) y después darle el espacio a esas inútiles adicciones. Hoy, por ejemplo, intento tomar menos café que antes y lo reemplazo por otras cosas (aunque ando con abstinencia).
También no se olviden que el estudio fuerte es equivalente a el sedentarismo y eso hace mal. Hay que moverse, hay que encontrar hacer algo para no descuidar nuestro cuerpo y nuestra salud, porque si queremos rendir en nuestros estudios, primero tenemos que hacernos rendir a nosotros.

El CBC y UBAXXI


No a todo el mundo le va a interesar esta parte, ya que no todos estudian o quieren estudiar en la Universidad de Buenos Aires, pero como varios de ustedes me anduvieron preguntando sobre ambos sistemas educativos y a mi me encanta explicar y hablar (y hacerme la sabia, obvio), no voy a dejar pasar esto.

¿Qué es el CBC?

El CBC es el Ciclo Básico Común de todas las carreras de grado de la UBA. Es decir que si querés estudiar en la UBA, vas a tener que hacer el ciclo básico común y este va a depender de tu carrera. La mayoría tiene 6 materias, otros 3 o más. Yo tengo 6 y son: IPC (Introducción al Pensamiento Científico), ICSE (Introducción al Conocimiento de la Sociedad y el Estado), Semiología, Sociología, Economía y Psicología. Todas relacionadas -por suerte- con la Comunicación. Muchos se quejan del CBC por varios motivos:

  • Las materias que tiene que rendir no tienen nada que ver con su carrera.
  • Creen que el CBC no es a parte de la carrera y es una pérdida de tiempo (me pasó que lo creía así).
  • Creen que es un filtro.
  • Se asustan con todo lo que leen o les dicen con respecto al CBC (que es difícil, que nadie lo termina en un año, que mejor es una privada... blah blah).
Tuve mis dudas de si estudiar o no en la UBA más que nada por el CBC y después de estar dentro de él por un mes, entendí que estaba realmente equivocada y que el Ciclo Básico Común es lo mejor que pudieron implementar en el sistema educativo universitario y que es totalmente necesario.
Al CBC no lo veo como un filtro, lo veo como una nivelación, como el primer nivel y el primer camino hacia nuestro futuro como verdaderos profesionales. La UBA no solo nos forma bien, como profesionales y ciudadanos pensantes; nos forma como investigadores, como personas con un buen lugar en este mundo y eso no tiene precio. Después de todo es una universidad pública, y de las mejores en habla hispana. ¿Qué más pedir?

¿Qué es UBAXXI?

UBAXXI es un programa educativo de la UBA en el que podes estudiar desde tu casa algunas materias del CBC. Sí, UBAXXI es a distancia y lo que necesitás para inscribirte a ella es una computadora e internet. Y claro, las ganas de estudiar, por supuesto.
Cuando te inscribís al programa, podes elegir las materias que querés dar (hasta 4) y son específicamente las que tenés que dar en el CBC con la única diferencia que no salís de tu casa y no vas a cursar. El programa está bueno, hay un campus virtual, hay profesores en línea y podes chatear con ellos y compañeros para resolver todas tus dudas... también suben material educativo para que leas y estudies. En internet podes encontrar resúmenes y los pdf de todo lo que necesitás, pero también está la opción de comprarte el material online o directamente ir por tu cuenta: vos decidís, vos te manejás, vos te convertís en un estudiante autónomo.
Si te gusta manejarte solo/a, no necesitas que te expliquen las cosas y no tenes mucho tiempo para estudiar porque trabajas o estás en tu último año de secundaria, UBAXXI puede ser una opción.
En cuanto a mi opinión (sobre todo por mi propia experiencia), no lo recomendaría para los estudiantes de último año de secundaria. Yo la pasé mal.

Bueno, ya sé que por UBAXXI se estudia desde casa pero... ¿y los parciales?
Los parciales son presenciales, eso sí. Todos se dan (hasta ahora, por lo que sé) en la Facultad de Ciencias Económicas que se encuentra en la Ciudad de Buenos Aires. Así que si vivís lejos, recomiendo que lo pienses bien.

¿Cómo son los parciales de UBAXXI?
La mayoría son múltiple choice con alguna que otra consigna o ejercicio. Todos tienen trampitas y hay que saber interpretarlas bien... también los parciales tienen distintos temas y por ende puede que te toque uno con todo lo que sabés, o con todo lo que no sabés. Puede que en este caso sea cuestión de suerte, así que si es viernes 13, martes 13 o te levantaste con el pie izquierdo, te recomiendo que lleves un rosario al parcial (muchos lo hacen, no miento. Incluso una vez un chico se lo olvidó arriba del banco).
 



BIIIEEENNN. Creo que exageré un poco con este post, creo que es demasiado y estoy segura que nadie lo leyó completo pero en fin, quería hacerlo y lo hice.
Ando media media con mis tiempos, intento organizarme mejor para poder dedicarme a mi blog y escribir pero se me dificulta y eso me frustra. Así que voy a ver cómo me puedo ordenar con todo esto... mientras tanto, me gustaría que me hicieran todas las preguntas que quieran con respecto a la universidad, que voy a estar deseosa de contestarle todo con un súper mega post para la próxima de Crónicas Universitarias<3. VAMOS QUE PODEMOSSSSS.


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